sábado, 27 de marzo de 2010

Buscando casa en Londres (I)

Supongo que todo el mundo tiene una idea de como buscaría (o como buscó) una casa en el extranjero. Quizás mediante una agencia desde España o contactando con conocidos en el país o buscando por Internet y tal vez haciendo alguna llamada o por lo menos mirando en un mapa que zonas te podrian interesar pero no, nosotros usamos nuestro propio sistema: llegar a Londres con una semana en un hostel confiando en que este tuviera internet y una vez alli asaltar las paginas de anuncios clasificados.

Al hotel, en el que nos esperaban a las 11, llegamos un poco tarde, las 2 de la mañana, por culpa de un retraso del avión debido a la huelga de controladores en Francia (que lo por lo visto íbamos a sobrevolar). Una vez allí, no sin problemas para llegar con todo el equipaje, nos encontramos con una puerta que no abre nadie y un teléfono que no da señal.


(Los tres futuros Londoneros en el avion)


Después de llamar unas cuantas veces a la puerta y montar un poco de escandalo nos abrió la puerta un tío que que hablaba un ingles un poco raro y que en cualquier caso no nos podía dar la llave de nuestra habitación porque el no trabajaba allí.

Un rato más tarde, cuando ya nos veíamos durmiendo en la calle, quizás haciendo un fuerte con las maletas, apareció nuestro salvador, Ador, un gracioso Filipino que nos dio la llave, nos contó una historia sobre como se parecen los nombres en España y en Filipinas y que por las molestias nos cobro 25€ (¿o fueron libras?).

La habitación en el albergue no estaba mal, dos literas en la habitación, un lavabo, ventilador y dos neveras... y en el mismo piso cocina, baño, ducha y lavadoras. En los demás pisos también había cocinas, lavadoras y en una de las cocinas había leche, tostadas, mantequilla y mermelada gratis todas las mañanas.

(Fotos de nuestra habitación. Con muchas neveras)


Nuestra vida en esta gran suite se resumía en levantarnos, comer tostadas, encender el ordenador, buscar pisos, llamar a pisos y visitar pisos.

La busqueda era bastante infroctuosa, la mayoria de los anuncios que veíamos eran de agencias. Quizas las agencias cobren un poco más el primer mes o similares (de algun sitio tienen que hacer negocio) pero eso no era el mayor problema porque si no tienes un contrato de trabajo, facturas de no-se-cuantos meses anteriores, etc debias dejar un deposito de varios meses (6 en la mayoría) y era demasiado para unos inmigrantes parados como nosotros.

Otro tipo de anuncios eran pisos increíbles, bien localizados y por la mitad de lo que costaba un zulo en las afueras. Contactamos con uno de estos y nos dijeron que eran una familia, ella vivía en USA y el estaba en las cruzadas en África (si, eso fue lo que nos dijo) y que simplemente les enviáramos el dinero y luego ya, si eso, nos enviaban las llaves...

Ya con muy pocos días de margen en el hostel y sin ningún piso en el horizonte nos empezamos a poner un poco nerviosos aunque teníamos algún plan alternativo.

Continuara...